Día de San Valentín: 8 consejos para hostelería
El Día de San Valentín, el Halloween de los solterones, es ese mágico momento del año en que parejas de todo el mundo dejan a un lado sus rencillas amorosas para consolidar su pasión entre bombones, copas de vino y pétalos de rosa. Y, mientras ocurre todo este frenesí de sentimientos, ¿dónde estarás tú, querido hostelero?… Pues alimentando la llama de amor de todas esas parejas con afrodisiacos manjares y efervescentes copas de champán francés (es lo que tiene tener por amante a la hostelería).
Así que, saca tu lado más estoico, y prepara para todas esas felices parejas una cena de San Valentín que jamás puedan olvidar con estos 8 consejos.
- Un San Valentín a la luz de las velas. Baja de vatios la iluminación del salón de tu restaurante y deja que el fulgor de las velas se adueñe de la estancia. Crearás así un ambiente más íntimo y romántico al tiempo que reducirás la factura de la luz. ¡El amor sólo puede traerte felicidad!
- La decoración para San Valentín. Guarda la ornamentación navideña que aún perdura olvidada e inunda tu restaurante con los colores de San Valentín. Viste las mesas, el nido de amor de tus comensales, con manteles rojo carmesí. Pon servilletas a juego y dóblalas creando elegantes formas (en Internet puedes encontrar infinidad de manuales para crear multitud de figuras con las servilletas). Por último, corona las mesas con pétalos de rosas y, si te sientes inspirado, coloca tarjetas con románticos poemas (los clientes menos románticos te lo agradecerán).
- La banda sonora de San Valentín. Selecciona un repertorio de canciones románticas que capaz derrita hasta al más frío de los amantes. No pueden faltar canciones de Frank Sinatra, Whitney Houston, Adele, Nino Bravo, Sergio Dalma y Alejandro Sanz.
- Espectáculos en vivo. En el Día de San Valentín, no hay quien se resista a la delicada melodía de un violín o a los nostálgicos acordes de un acordeón. También puedes optar por contratar a una pequeña banda o simplemente a una pareja de bailarines para que guíe la pasión de los amantes entre pasos de tango. Y ya puestos, ¿por qué no un grupo de mariachis? Nada represente mejor San Valentín que sus coloridos sombreros y sus elegantes bigotes.
- Compartir platos. Antes de que las parejas compartan sus labios, que compartan la comida. Incluye en el menú de San Valentín platos para compartir (encuentra aquí consejos para conseguir un emplatado perfecto). Es una propuesta que, además de ahorrar en vajilla, puede propiciar que tenga lugar en tu restaurante la romántica escena entre canes de la Dama y el Vagabundo.
- Organiza cenas especiales para San Valentín. Desde cita a ciegas, en las que los comensales se ponen en contacto con el restaurante para que organice una cena con un comensal desconocido, hasta cenas temáticas en las que los comensales pueden obtener un descuento si vienen caracterizados como alguna famosa pareja de ficción ( Sandy y Danny de Grease, Johnny y Baby de Dirty Dancing, la Princesa Leia y Han Solo de Star Wars, etc.).
- Un recuerdo de una cena de San Valentín perfecta. Qué mejor forma de culminar la noche que inmortalizándola en una tierna fotografía. Arma a alguien del personal de tu restaurante con una cámara réflex para que cace a las parejas de improvisto en los momentos más tiernos. Con su consentimiento, puedes compartirlas en las Redes Sociales. ¡Ojo con las demandas por acoso!
- Redes Sociales y San Valentín. Todos estos consejos están muy bien, pero recuerda: tus clientes están en las Redes Sociales. Una vez definas tu propuesta para el Día de San Valentín, compártela en todas las Redes Sociales que conozcas. Si es preciso, viste a uno de tus camareros de cupido y colócalo en la puerta de tu restaurante.
Todo está preparado para el día más romántico del año. Si te sientes sólo o desdichado entre tanto amorío, recuerda que en Bedoya siempre estamos a tu lado. ¡Feliz y tierno Día de San Valentín!
¡Muy buenos consejos para regalar en San Valentín! Nosotros creemos que los bombones son una opción que nunca falla y que simbólicamente representa el amor y la pasión. Sin duda, una elección acertada donde las haya. También es una excusa perfecta para pecar con chocolate 🙂