Un año más, la estación estival toca a su fin. Se marchará llevándose consigo la viva risa de los niños que juegan en la orilla del mar y las cálidas tardes de frías cervezas en las terrazas de los bares. En cambio, el otoño nos regalará los nostálgicos paisajes de hojas anaranjadas, las entrañables escapadas al campo para recolectar castañas y nueces y, por encima de todo, sus sabores y aromas.
Atrás quedaron las eternas y doradas tardes de verano. El canto incansable de la cigarra y el grillo pronto enmudecerán sin remedio. Se apagarán poco a poco, muy lentamente, pero lo harán. Al igual que los días de luz y calor. El poderoso Helios rendirá parte del reino de los días a su esquiva hermana Selena, diosa de la noche. Los áureos paisajes de oro sucumbirán al paso del tiempo, oxidándose en melancólicos tonos ocres y anaranjados. Y así, el otoño, en su carro de viento gélido, llegará a reclamar su cíclico feudo de tiempo.
El otoño es tiempo para los caldos y cocidos, los pescados de temporada, las verdes manzanas y los cítricos, las setas, las castañas, las nueces y, sobre todo, los dulces. Por eso, a continuación te presentamos una interesante propuesta con diferentes platos y recetas otoñales con los que despertar la dulce nostalgia en el paladar de tus comensales.
En primer lugar, como cualquier buen menú que se precie, encontramos los entrantes:
– Ensalada de setas y queso de cabra. Lechuga, rúcula, palitos de cangrejo, setas de cardos salteadas, queso frito, vinagreta de aceite, vinagre y miel, nueces caramelizadas y huevo cocido. Nada representa mejor el otoño que el contraste del verde de la lechuga con los ocres de las setas ¡Un auténtico bosque caduco de sabores! Aunque el sabor vivirá en el recuerdo de tus comensales para siempre.
A continuación se presentan los primeros platos:
– Tostada de endibias con queso de cabra y mermelada de frutas. Plato exquisito donde los haya, constituido por una base de crujiente pan tostado sobre la que se sirve las endivias deshojadas y cocinadas con mantequilla, azúcar morena y caldo de carne, con una fina rodaja de tierno queso de rulo de cabra gratinado coronando la sabrosa creación. Y todo ello bañado por una capa de cremosa y dulce mermelada de frutas. Para los paladares más insaciables, todo ello se puede acompañar de una magistral combinación con las especias más seductoras, como el orégano, el tomillo o el romero.
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Crema de calabaza con curry y nuez moscada. La crema de calabaza es el plato ideal para el otoño. Su color anaranjado y su dulce sabor, combinado con el estimulante aroma del curry y la nuez moscada, harán que tus comensales se derritan en una experiencia de sabor extraordinaria.
Llegó el momento de los platos fuertes:
– Besugo al horno. El besugo es uno de los pescados más sabrosos de la temporada otoñal. Es el rey de las cenas de navidad. Aunque también es excelente durante esta temporada. Su exquisito sabor y su tierna textura, combinado con ingredientes como las guindillas, el ajo o el perejil, elevarán el paladar de tus clientes al mismísimo Olimpo del sabor.
– Redondos de ternera con salsa de frutos rojos. Unos jugosos redondos de ternera preparados al horno con una cremosa salsa de frutos rojos. Todo ello acompañado de una otoñal guarnición de dulces boniatos asados. Resulta una alternativa plausible para aquellos que sienten una especial debilidad por los platos cárnicos. No obstante, el verdadero valor de éste no reside en la carne, sino en la guarnición y en la salsa.
Y ahora, el plato que todos esperaban. La última hoja que aún permanece en la nostálgica rama de la cocina otoñal: los postres.
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Tarta de queso y calabaza. Una base de galletas sobre la que se vierte una deliciosa masa de queso crema, huevo, calabaza y especias como canela, azúcar morena, clavo, jengibre y nuez moscada, que posteriormente es horneada. A pesar del aspecto grotesco que Halloween le atribuye a esta fruta, tus comensales conocerán el lado más dulce y tierno de la calabaza con esta sabrosa propuesta.
– Pastel de castañas con chocolate. Y por supuesto no podía faltar el ingrediente más representativo de los otoños castellanos: la castaña. Galletas, nata líquida, huevos, licor de café, mermelada de castaña, cacao en polvo, cobertura de chocolate y puré de castaña. Un postre relleno de castaña y chocolate fundido. Tan fundido como el paladar de tus comensales cuando saboreen esta delicia.
Pues aquí tenéis, todo el sabor del otoño más suculento en 7 platos que no pueden faltar en tu restaurante ¡Aprovecha antes de que caiga la última hoja!
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