Limpieza y desinfección en hostelería
Consejos y estrategias para la limpieza y desinfección en hostelería.
Todos los alimentos, con el paso del tiempo, sufren alteraciones en su composición hasta que se convierten en productos no aptos para el consumo humano.
Entre las causas y factores responsables de estas modificaciones en los alimentos podemos distinguir entre alteraciones físicas y contaminación cruzada.
La contaminación cruzada es un proceso de transmisión de agentes patógenos de alimentos contaminados a alimentos libres de contaminación. Si quieres saber cómo evitar este fenómeno, aquí puedes encontrar más información.
En el caso de las alteraciones físicas, están producidas fundamentalmente por la temperatura, el tiempo transcurrido y su conservación. Mantener unas condiciones óptimas de conservación de los alimentos no sólo es importante para garantizar la salubridad de los mismos, sino también para preservar sus cualidades organolépticas. Si quieres saber más sobre las claves para la conservación de alimentos en hostelería, visita este post.
La hostelería es un entorno en el que la salubridad y la preocupación por unas buenas practicas higiénico sanitarias están en constante crecimiento. Por ello, a continuación os mostramos una serie de pautas para garantizar la limpieza y desinfección en hostelería.
Limpieza y desinfección para garantizar la higiene
La limpieza elimina los restos orgánicos presentes en platos, cubiertos, suelos, paredes y resto de equipamiento. Su propósito principal es evitar el crecimiento de bacterias o plagas de insectos o roedores.
Sin embargo, con desinfección nos referimos a la eliminación de gérmenes mediante el uso de distintos productos. Estos pueden ser empleados de forma aislada o bien pueden ser incorporados a los productos de limpieza.
Consejos sobre el uso de productos de limpieza y desinfección
Los productos utilizados para la limpieza y desinfección en hostelería deberán ser los adecuados en función de la suciedad a eliminar y de los materiales o del equipo sobre el que se van a aplicar. Es primordial que los productos empleados no comprometan la salubridad y seguridad de los alimentos.
Así mismo, hay que prestar especial atención en el caso de los equipos y utensilios, ya que serán los primeros en entrar en contacto con los alimentos. Por lo general, distinguimos tres grupos de equipos y utensilios:
- Equipos que por su gran tamaño y peso requieren que su ubicación sea fija como planchas, hornos, freidoras, etc.
- Equipos que pueden desplazarse de un lugar a otro dentro de las instalaciones como picadoras, tostadoras o microondas.
- Utensilios con los que se elaboran los platos y que son fáciles de transportar y guardar. En este grupo encontramos las ollas, cazos o sartenes. También se distinguen utensilios menores, necesarios para los procesos de elaboración (cortar, pelar, remover, etc.).
Todos estos utensilios deben ser de fácil limpieza y desinfección y deben estar almacenados en lugares específicos, libres de contaminación. Además, deben evitarse superficies y utensilios de madera, debido a que la porosidad de este material puede comprometer la seguridad.
La limpieza y desinfección se debe realizar siempre en ausencia de alimentos. Es importante llevar acabo la limpieza con suficiente antelación para evitar que los productos entren en contacto con los alimentos. Además, debe realizarse con suficiente frecuencia para garantizar la ausencia de polvo, suciedad y demás restos y desperdicios.
Prevención de plagas
La presencia de insectos y roedores supone un peligro para la salud e higiene alimentaria en un establecimiento de hostelería. Para evitar la presencia de estas plagas se utilizan ciertas técnicas de desinsectación y desratización. No obstante, la medida más importante para evitar la aparición de plagas es la prevención.
En primer lugar, debemos proteger el establecimiento y prestar atención a la presencia de excrementos, sacos o envases rotos. También es importante no dejar alimentos al descubierto y colocarlos a una altura mínima suficiente del suelo para para evitar el acceso de los insectos y roedores.
Otra acción imprescindible es la de realizar reformas que impidan el acceso de insectos y roedores a las instalaciones. Se debe prestar especial atención a la existencia de huecos, agujeros, grietas y falsos techos.
En definitiva, las plagas se pueden evitar con una buena observación y una correcta higiene. Sin embargo, si la presencia de insectos y roedores es muy frecuente en el restaurante, se debe recurrir a empresas de exterminación especializada.
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