Los cambios a los que nos hemos enfrentado estos últimos meses han desembocado en nuevos hábitos de consumo de nuestros clientes. Pero también, en nuevas fórmulas para sacar adelante nuestros negocios, como implementar el delivery. Aunque la comida a domicilio no es algo nuevo, sí que ha cobrado importancia y ha pasado de ser algo típico de la comida asiática y la comida rápida a instaurarse como una opción en todo tipo de restaurantes y bares.
Si tu negocio aún no ofrece comida a domicilio y tampoco sabes por dónde empezar, estas son algunas de las cosas que tienes que tener en cuenta:
Servicio de reparto
Quién realiza el reparto de tu comida dependerá de la inversión que decidas hacer. Un servicio delivery propio te permitirá tener más control sobre los tiempos de entrega y el estado en el que el cliente recibe el pedido; sin embargo, requerirá más inversión, pues necesitaremos, al menos, un vehículo de reparto, repartidores y un sistema de recepción de pedidos, tanto online como telefónico.
Otra opción que requiere menos inversión es contratar un servicio de delivery ajeno, que se encarga de recoger la comida preparada en el local y entregarla al cliente. Además, estas plataformas cuentan ya con un sistema de recepción de pedidos. Su coste suele ser por comisiones que varían entre el 30 y el 40% de cada pedido.
Mantener la marca
La clave de la comida a domicilio no es que tus productos lleguen a la casa de tus clientes, sino que llegue la marca de tu negocio. Implementar el delivery puede convertirse en una estrategia de marketing más, cuida los detalles. El embalaje de la comida es ideal para transmitir los valores de tu local. Puedes utilizar desde adhesivos con tu logo hasta envases personalizados.
Si queremos ir un paso más allá, podemos incluir en el paquete una tarjeta de presentación de nuestro local con los datos de contacto, información sobre la materia prima utilizada o recomendaciones de presentación y maridaje en los casos de comidas más elaboradas. Recuerda que la comida a domicilio no solo se ciñe a la comida rápida y cada vez más restaurantes de alta gama incorporan este servicio.
Adaptar nuestra cocina
Tenemos que tener presente que los pedidos a domicilio pueden llegar en cualquier momento. Aún así, esta demanda suele aumentar en días en los que se va a emitir un partido de fútbol importarte, en días de lluvia o en épocas de exámenes cuando se trata de adultos jóvenes. Nuestro equipo de cocina tendrá que estar preparado para recibir estos pedidos y realizarlos en el menor tiempo posible, sin perjudicar la calidad ni a los clientes que están presentes en el local.
Por otro lado, lo más probable es que no toda nuestra carta sea apta para entregar a domicilio. El hecho de que un pedido no llegue a casa de nuestros clientes con el aspecto habitual que se ofrece en el restaurante perjudicará la percepción que tienen de la marca. Por esto es importante adaptar nuestra carta para implementar el delivery de forma eficiente, eliminando el menor número de opciones posible, pero sin arriesgarnos con los productos que pueden perder calidad en el camino.
Feedback
La mejor forma de mejorar es escuchando las opiniones de nuestros clientes. Mediante la misma aplicación a través de la que se realiza el pedido o con recompensas y descuentos por cada opinión, motivaremos a nuestros clientes a que nos ayuden a mejorar, podremos medir su nivel de satisfacción y asegurarnos de que perciben la experiencia de nuestro negocio exactamente como queremos que lo hagan.
Implementar un servicio de delivery no es algo sencillo a priori, los detalles son esenciales para la experiencia del consumidor y la gestión eficiente de los pedidos es clave para que sea rentable. A pesar de ello, es una fuente de ingresos para el local que no requiere una inversión excesiva y que puede traer muchos beneficios a largo plazo. No solo en cuestión de rentabilidad, sino también en fidelización de nuestros clientes.