Descubre cómo reducir los no-shows o reservas que no se presentan
Seleccionas los productos más frescos y de mejor calidad, emprendes auténticas cruzadas medievales para acabar con la contaminación cruzada y mantener a raya a legiones de alérgenos, cuidas hasta el más mínimo detalle del uniforme del personal de sala e incluso haces auténticos pactos con el diablo para que la meteorología del día sea favorable para la llegada de clientes. Y todo ello para que el cliente, ese que tanta insistencia pone a la hora de hacer una reserva, no se presente. ¡¿Pero qué has hecho tú para merecer esto?!
Las reservas que no se presentan, también conocidos como no-shows, son uno de los males más frustrantes que aquejan al delicioso mundo de la hostelería y restauración. Tal es el caso que, según la web de reservas online “ElTenedor”, las reservas que no se presentan o no-shows constituyen el 3,7% de las reservas totales de los restaurantes.
Aunque pueda parecer una cifra poco relevante, no lo es si tenemos en cuenta el impacto que tiene para el restaurante. Desperdicio alimentario, pérdidas de ingresos por mesas que quedan vacías, malestar en los clientes que se quedan sin atender y alteración del normal funcionamiento del restaurante son algunas de las consecuencias de este insípido mal. Si Donald Trump fuese hostelero, ten por seguro que alzaría un muro a la entrada de su restaurante y lo pagaría la churrería de enfrente.
Así que deja de invertir tus ahorros en videntes, chamanes y demás personajes del gremio exotérico y levántate en armas (cuchara y tenedor en tu caso) contra los no-shows o reservas que no se presentan.