¡Damas y caballeros, la función va a dar comienzo…!
Un silencio sepulcral se apodera de toda sala. En el centro, una majestuosa figura, férrea e inquebrantable, se alza de espaldas al público. De pronto se oyen uno, dos, tres, cuatro, puede que cinco golpes, madera contra acero, y la augusta figura alza ambos brazos con gran vigor, pero manteniendo su elegancia innata ¡El espectáculo ha comenzado! Sean bienvenidos a la orquesta sinfónica del sabor y los olores: la orquesta culinaria.
En esta velada, los instrumentos e ingredientes danzan bajo la atenta mirada del chef, gran maestro de ceremonias, que con su innegable destreza y autoridad dirigirá una orquesta muy heterogénea: “L’orchestre des conserves”, o lo que es lo mismo, “La orquesta de las conservas”. Y que no os engañen el hecho de que se oculten tras una coraza de hojalata, pues su melodía sigue siendo sabrosa y embriagadora.
Las conservas enlatadas son un recurso imprescindible, de gran utilidad, en la hostelería. Nos permiten disponer de una gran número de productos en cualquier momento, sin necesidad de preocuparnos de su conservación y adquisición diaria.